160 Aniversario de la Congregación
Hoy es un día de fiesta. La Congregación cumple 160 años. Aquel 6 de febrero el P. Fundador sembró en ella sus inquietudes, de manera humilde, silenciosa, casi imperceptible, pero hábil y eficaz; lleno de fe y de compasión, supo sensibilizar a la sociedad con los problemas de los menos agraciados. Orientó toda su vida a ayudar y salvar a todos los que sufrían enfermedad, soledad y orfandad, ya que la caridad y la compasión fueron el centro de gravedad de su corazón. Su entrega a las obras de misericordia era fruto de su ardiente espíritu sacerdotal que, unido a la bondad espontánea que en él brillaba desde la infancia, le fue volcando hacia los desamparados de forma irresistible. Hoy el Señor nos sigue invitando a navegar mar adentro y arrojar las redes en aguas más profundas, nos invita a gastar nuestra vida en su servicio. Aferradas a él nos animamos a poner nuestro carisma al servicio de la humanidad. Hoy damos gracias a Dios por estos 160 años al servicio de la humanidad, porque Dios nos lleva donde está la humanidad más herida y necesitada, a las periferias, porque él mismo se hizo periferia. Jesús iba caminando de ciudad en ciudad, de pueblo en pueblo, lo mismo que hizo el P. Fundador, para dedicarse a anunciar y servir a todos con gran fidelidad.